Simón Bolívar, quien en la madurez de su vida se convertiría en el Libertador de seis naciones suramericanas, nació un 24 de julio de 1783 en Caracas, en el seno de una familia de la burguesía capitalina, descendientes de colonizadores españoles.
Sus padres fueron el coronel Juan Vicente Bolívar y Ponte y Doña María de la Concepción Palacios y Blanco.
Bolívar tuvo grandes maestros como Andrés Bello, el Padre Andújar y José María Pelgrón, pero quien sembró en su corazón la semilla de la libertad y la revolución fue Simón Rodríguez.
Tras egresar, a la edad de 15 años, como subteniente del Batallón de Milicias de Blancos Voluntarios de los Valles de Aragua, luego de un solo año de estudios, Bolívar regresó a casa.
El 19 de enero de 1799 viajó a Madrid, España, donde vivía su tío esteban. Allí conoció a María Teresa del Toro y Alaiza, con quien se casó el 26 de mayo de 1802.
Inmediatamente después del matrimonio viajaron a Venezuela. Pero la tragedia signaría su vida afectiva; el 22 de enero de 1803, con tan sólo ocho meses de casados, su esposa murió.
La tragedia lo acercó nuevamente a Europa, donde fue a estudiar y en ocasiones a recrearse. De Madrid pasó a París, donde el destino lo unió nuevamente con su antiguo maestro don Simón Rodríguez.
Una de las huellas imborrables de su paso por Europa fue haber presenciado la coronación de Napoleón como Emperador.
El 15 de agosto de 1805, en compañía de Simón Rodríguez y de Fernando del Toro, en el Monte Sacro, en Roma, Italia, formuló el sublime juramento que cumpliría al pie de la letra: "Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres; juro por ellos, juro por mi honor y juro por la patria que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".
Por la libertad
Dicho esto regresó a Caracas y empezó a conspirar. En mayo de 1809 llegó a Caracas el nuevo gobernador, Vicente Emparan. La llegada de Emparan y las noticias procedentes de España, de que toda Andalucía había sido conquistada por los franceses, acabaron por precipitar los acontecimientos. Como se adivinaba una situación anormal, varios de los sospechosos fueron aislados. A Simón Bolívar lo obligaron a irse a su hacienda de Yare.
Así llegó el 19 de abril de 1810, Jueves Santo. Apenas se produjo este movimiento independentista, Bolívar regresó a la capital y la Junta Suprema lo ascendió a Coronel y lo destinó a Londres, junto con López Méndez y Andrés Bello.
Cumplida su misión diplomática, Bolívar convenció al noble Precursor para que viajara a Venezuela, donde se necesitaba de su auxilio y experiencia. Miranda aceptó y fue a ofrecer su valioso aporte.
El 2 de marzo de 1811 se instaló el primer Congreso de Venezuela. El 3 de julio, Bolívar pronunció un encendido discurso en la Sociedad Patriótica, que en el Congreso tuvo el efecto deseado. Así, dos días después, el 5 de julio de 1811, se declaró solemnemente la Independencia de Venezuela.
Los realistas, por su parte, reaccionaron violentamente. A la larga, por razones varias, Miranda también fracasa y se pierde la Primera República, con la capitulación de 1812, que el representante de España, Monteverde, no cumplió.
Bolívar fue a Curazao en su primer destierro. En octubre de ese mismo año de 1812 viajó a Cartagena, donde dirigió a los ciudadanos granadinos el famoso Manifiesto de Cartagena, en el que invitaba a redimir a Venezuela.
Después de una rápida campaña a lo largo del río Magdalena, llegó a Cúcuta. Crecido ya en la acción libertadora, Bolívar llegó al pueblo fronterizo de San Antonio del Táchira el primero de marzo de 1813. Acompañado de oficiales de la talla de Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Antonio Ricaurte, Atanasio Girardot, Luciano D'Elhuyar, entre otros, Bolívar emprendió la campaña de liberación del territorio nacional.
Con esto estaba empezando la Campaña Admirable, que culminó triunfalmente en Caracas. En Mérida, el 23 de mayo, había sido llamado por primera vez Libertador; en Trujillo dictó la polémica Proclama de Guerra a Muerte, el 15 de junio de 1813. Simón Bolívar no había cumplido aún los 30 años de edad.
Terrible año 1814. Amenazada la capital por Boves, Bolívar ordenó la evacuación de la ciudad. Más de 20 mil caraqueños emprendieron la dolorosa Emigración a Oriente.
En mayo de 1815 llegó a Jamaica, donde escribió su famosa Carta Profética, en la que parece adivinar el porvenir de toda la América. Luego fue a Haití, de donde salió con la expedición de Los Cayos el 31 de marzo de 1816. En mayo desembarcaron en Juan Griego, en la venezolana Isla Margarita, y el 1º de junio tomaron Carúpano. Bolívar, tal como había prometido, decreta la libertad de los esclavos.
Un nuevo exilio le espera; regresó a Haití, donde organizó una segunda expedición. El 28 de diciembre de 1816 desembarcó nuevamente en Juan Griego, de allí pasó a Barcelona.
En abril, Piar gana la Batalla de San Félix, Bolívar hace gobierno en Angostura. En enero de 1818 se reúne con José Antonio Páez en Apure. Aquí se reconoce su autoridad y regresa a Angostura.
El 15 de febrero de 1819 instaló el famoso Congreso de Angostura, ante el cual pronunció su más brillante discurso, en el que dicta cátedra republicana A los tres poderes tradicionales y agrega el Poder Moral. Sostiene Bolívar que "moral y luces son nuestras primeras necesidades".
Bolívar se juramentó como Presidente de Venezuela y enseguida fue hacia la Nueva Granada, pasando por los Llanos. Desde Mantecal (Apure) Bolívar ordenó cruzar el Páramo de Pisba, el 11 de julio se libró el primer encuentro en Gámeza. Días más tarde obtuvo otra victoria en la sangrienta Batalla de Pantano de Vargas. Y, finalmente, el 7 de agosto, vence en Boyacá.
Conquistada la Nueva Granada y establecida allí una Vicepresidencia, a cargo del General Santander, Bolívar regresó inmediatamente a Angostura. El 17 de diciembre creó la República de Colombia, con tres Departamentos: Venezuela, Cundinamarca y Quito.
El 27 de noviembre de 1820 se firmó el armisticio entre Bolívar y Morillo en Santa Ana (Trujillo). Bolívar encargó al General Antonio José de Sucre la campaña del Sur de América.
Mientras tanto, en Venezuela se libraba la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, que aseguró la independencia de este país.
La campaña del sur se inició con la posesión de Guayaquil, continuó con las batallas de Bomboná y Pichincha, que dieron libertad al Ecuador y, finalmente, con la estupenda victoria de Ayacucho que libertó al Perú y favoreció la creación de Bolivia.
En Quito conoce Bolívar a Manuelita Sáenz, de quien se enamoró fervientemente.
Dos días antes de la batalla de Ayacucho, con una gran fe en su destino, Bolívar había convocado a un Congreso Anfíctiónico en Panamá. El 22 de junio de 1826 se instaló el Congreso, cuyos resultados no fueron satisfactorios para Bolívar. El mismo dijo: "Su poder será una sombra; y sus Decretos, consejos nada más".
Bolívar regresó a Venezuela por el estallido de La Cosiata. En Puerto Cabello dictó un Decreto, el 1º de enero de 1827, concediendo amnistía a todos los comprometidos en el movimiento. Páez seguiría como Jefe Superior de Venezuela.
Seis meses estuvo el Libertador en Caracas. El 5 de julio de 1827 se embarcó rumbo a Cartagena, luego iría a Bogotá. En 1828 se reunió la Convención de Ocaña.
Destierro y muerte
El 25 de septiembre de ese mismo año ocurrió el atentado contra el Libertador. Manuelita Sáenz, su leal compañera, le salvó una vez más la vida.
En marzo de 1830 entregó el Poder a Domingo Caicedo, y en abril renunció a la Presidencia de la República. Inmediatamente salió hacia Cartagena. Cerca de esta ciudad, al pie del Cerro de la Popa, recibió Bolívar la infausta noticia de la muerte de Sucre.
Bolívar sigue hacia Santa Marta, a donde llegó el 1º de diciembre. Se alojó en la quinta "San Pedro Alejandrino". El médico Alejandro Próspero Reverend, que le atiendió, es el primero en darse cuenta de que no mejoraría. Que sus días estaban contados. El 10 de diciembre Bolívar dictó su testamento. Enseguida recibió los Santos Sacramentos y dictó su última Proclama, que concluye con estas palabras: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria. Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
A la una en punto de la tarde del 17 de diciembre de 1830 dejó de existir el Libertador.
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